domingo, 15 de noviembre de 2015

Adiós

Este año celebré Halloween con los chicos. Nos maquillamos los tres de zombies y fuimos a casa de un amigo del mayor. Llevaba yo una pinta que mejor no os cuento jaja. Maquillaje casero total. Nos invitaron a merendar y luego dos madres y yo junto a los respectivos niños fuimos de ruta por el barrio.  La verdad es que nunca lo habíamos celebrado, pero fue una tarde diferente y divertida.


El 1 de noviembre celebramos la Castañada en casa cantando algunas canciones típicas de mi tierra en catalán.  No faltaron las castañas, los boniatos y el chocolate caliente (a falta de moscatel jejej)

También he estado bastante ocupada con el grupo de mujeres. El jueves pasado nos invitaron a una reunión que organizaba el Ayuntamiento de Trondheim. Fue una oportunidad muy buena para darnos a conocer a otros actores de la ciudad. Estuvimos en un stand varias voluntarias. Y también nos invitaron a un buffet libre lleno de manjares.  Fue muy emocionante. No hay cómo sentirse útil.

El viernes tuvimos récord de asistencia a la reunión semanal en Women Conversation Club, veintiocho mujeres. Es fascinante conocer tantas historias y culturas diferentes. Compartir experiencias y apoyarnos unas a otras.  Me tocó hacer un speech corto sobre la reunión del jueves. Aunque soy un poco vergonzosa, conseguí hablar en noruego durante un cuarto de hora aproximadamente. El tema eran los objetivos del grupo y nuestra participación en la reunión. 

                                         Presentación                                         
                                                     Imagen extraída de facebook.com/wcctrondheim

Ayer estuve con la familia en una cena con unos amigos catalanes. Ellos se instalaron en Trondheim hace algunos meses. Siempre da gusto poder hablar del tirón y sin pensar. Estuvimos comentando temas diversos y las cosas que nos parecen curiosas de aquí. 

Una es el tono de voz . Es un hecho constatado que aquí la gente no grita cuando habla.  Recuerdo que al principio me costaba oír lo que me decían. Tras dos años y medio viviendo aquí ya me he acostumbrado. Otra diferencia, que a mí me resulta personalmente muy agradable, es que aquí la gente no se interrumpe cuando habla. En Barcelona no todo el mundo se interrumpe, pero no es algo raro tampoco.

El otro día me reí mucho con mi alumna de Skype.  Hablábamos de diferencias culturales entre Noruega y España. Ella se ha trasladado recientemente a la Comunidad Valenciana. Me decía que sus niños andan un poco anodadados, porque la gente tiene un tono de voz bastante elevado. Cierto.  Los valencianos se suelen comunicar en voz bastante más alta que en otras regiones españolas. Y lo sé porque parte de mis orígenes están allí. Y cuando viajo en cierta manera también me sorprende el volumen que se gasta allí. 

La duración de las reuniones y su finalización en España también le parece curiosa. Varias horas y siempre con comida. Hmmm... el amor por la comida es algo que echo mucho de menos de mi país. 

El tema de las despedidas noruegas es de las cosas que, pese al tiempo que llevo aquí, me sigue sorprendiendo. En Barcelona cuando alguien te dice que se va, quiere decir que quedan unos diez minutos de conversación.  Aquí cuando un noruego te dice adiós significa que se va en el acto o en cosa de un minuto. Siempre me quedo un poco atónita, pero es parte de la cultura. Al principio de estar aquí, cuando me sucedía eso pensaba que la persona en cuestión se estaba aburriendo mucho, o que quizás yo había dicho algo inapropiado. Pero ahora ya sé que no es así. Son simplemente costumbres que forman parte de la idiosincrasia noruega.  

La conclusión es que la mayoría de los noruegos son gente práctica. En cambio en España generalmente gusta más justificar los pensamientos y/o actitudes. Eso estudiando el idioma también se aprecia. Y es una de las cosas que me apasiona de saber varias lenguas.

Hasta la próxima.



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